Era día de pago. Los choferes de la Línea 118 se acercaban ayer en pequeños grupos para percibir sus haberes que, según explicaron directivos de la empresa, suelen abonarse en unas oficinas administrativas de la firma que funcionan en un inmueble ubicado a la altura de la avenida Solano Vera al 400, en Yerba Buena.
En ese mismo predio funciona un taller y también es utilizado para guardar algunas unidades que están en reparación. Alrededor de las 13, tres sujetos que circulaban en moto estacionaron a unos diez metros del portón por el que se ingresa al taller. Según las declaraciones testimoniales de los empleados, uno de estos asaltantes estaba vestido con el uniforme que utilizan los choferes de esta línea de ómnibus. Y fue él quien se acercó hasta la oficina en la que se estaban realizando los pagos.
Uno de sus cómplices se quedó de campana a bordo de la motocicleta y el otro se acercó junto con el que estaba vestido como chofer para cubrirlo. En ese momento, tres choferes estaban esperando para cobrar sus sueldos. Según explicó la Policía, uno de ellos, José Irineo, contaba los billetes que acababa de recibir y cuando quiso salir de la oficina fue sorprendido por el asaltante que se hacía pasar por chofer, quien le apuntó con una pistola y lo tumbó de un culatazo cuando quiso reaccionar.
De acuerdo con los testimonios recolectados por la Policía, otro grupo de choferes que esperaba en la vereda quiso intervenir para evitar el asalto. Pero cuando quisieron acercarse fueron amedrentados por el asaltante que cubría el accionar del que estaba vestido como si fuera un chofer de la empresa.
Disparo y huida
El mecánico Mauricio Villarrubia estaba acomodando unas cubiertas en el fondo del predio cuando escuchó un disparo. “Dos de los choferes que estaban en la vereda corrieron hacia adentro del galpón para refugiarse de los tiros. Y los otros que estaban con ellos corrieron hacia la avenida”, explicó el operario.
Mientras los choferes huían ante el peligro de recibir un balazo, el asaltante disfrazado reducía a sus compañeros que habían quedado atrapados en la oficina. Esgrimiendo la pistola que portaba, amenazó a los administrativos y se alzó con unos $ 300.000 que había en ese momento en la caja. Todo ese dinero estaba destinado al pago de sueldos.
Según explicaron los empleados, el asaltante que estaba disfrazado de chofer usaba una máscara que evitaba que se le viera la cara. A su vez, el cómplice que se bajó con él de la motocicleta se cubría el rostro con una gorra. Además, en el registro de las cámaras de seguridad que están instaladas en las oficinas se observa el momento en el que uno de los asaltantes se agacha para evitar ser identificado por la cámara. Por esto y otros indicios es que los investigadores de la Policía sospechan que los asaltantes conocían bien las instalaciones. Incluso, según se informó, se piensa que uno de los sospechosos era un ex empleado de la empresa.
“Acá funcionan tres oficinas y siempre se deja una parte de la recaudación de la (Línea) 118. Al muchacho que le pegaron tuvieron que hacerle dos puntos por el golpe que le dieron”, agregó Villarrubia. A su vez, Jorge Romano, encargado de la firma, dijo que los tres asaltantes subieron a la motocicleta y escaparon por un pasaje. Luego giraron por calle Chubut, cruzaron la avenida Solano Vera y huyeron en dirección a la capital.